Por Aldo Cortez
@Alexei_Cortez
Me gustaría
creer que las declaraciones que una de las diputadas con más años en la
política partidaria, Milena de Escalón, hizo referente a que los jóvenes no
podríamos desarrollar el país, lo dijo como en son de reproche hacía ella misma
pues con la juventud que se la ha ido, también se ha marchado la sensibilidad
por las injusticias, que es uno de los motores principales que mueven a los
jóvenes que participamos en política.
La señora diputada y su partido llevan tantos
años - tantos como mi edad- viviendo de
la política, conduciendo al País hacia una mayor desigualdad, impunidad, corrupción
y otros males; han legislado tanto para beneficio económico de sus empresas y
sus aliados, que la miseria con la viven muchos salvadoreños -que votan por ellos, que visten en sus
campañas la camiseta de su partido- es tierra fértil para poder cosechar más
tiempo en el poder, sin poder o mejor dicho sin querer desarrollar no sólo al
país, sino también negándole un desarrollo digno, humano, a los miles de
salvadoreños y salvadoreñas, mayores de edad y jóvenes sin opción alguna
de desarrollo.
Señorita
diputada, si usted, su partido y todos los demás politiqueros, no han podido
lograr un desarrollo sostenible en El Salvador a pesar de sus tantos años en la
palestra política, en puestos de toma de decisión en Gobiernos anteriores, legislando incentivos
fiscales para empresas que contraten jóvenes, pero no legislan para que los jóvenes tengamos un
salario digno, para que las empresas no nos exploten con los horarios y los
sueldos a base de comisiones, ni que nos hagan hacer tres meses de training y luego un mes de prueba no
remunerados ¡Esto es lo que legislan todos ustedes! lo hacen bien para las
empresas -sin animo de ser anti-empresa privada pero si con animo de dejar clara una injusticia- pero como adultos en política no crean la bases para un
país justo, no preparan las vías para un desarrollo, no hay una reforma
educativa integral para responda a los avances de la sociedad globalizada, no
hay voluntad de parte suya para un reforma fiscal. ¡Y nos dicen que nosotros no podríamos
desarrollar al país!