Por Aldo Cortez
@_AAlexei_
El Salvador comienza un nuevo año
con muchos de sus problemas más viejos,
niños quemados por el mal manejo de pólvora, empleados de empresas privadas que
si bien no fueron a trabajar el lunes tampoco recibieron su pago, pero el más
preocupante de todo es encontrarnos con que los motorista del transporte colectivo asociados legal o de
facto en AMOS, han decido irse a paro porque
la ley se cumple.
El berrinche de los empresarios del transporte
colectivo otra vez es porque el Estado -con mucha razón- no quiere seguir subsidiando más muertes de salvadoreños en accidente de tránsito y más salvadoreños atropellados originados
por los motoristas “asociadados”.
El problema con el transporte colectivo es
demasiado complejo, más en estos momentos que estamos a las puertas de una
campaña electoral, esto también podría ser un jugada de la derecha, tal como se
enfrentó el presidente Salvador Allende antes del golpe de militar, así parece.
Sé que un gran empresario de buses tiene un
hijo pandillero, sé que muchos
pandilleros también son motoristas, sé que los pandilleros viajan en buses sin
pagar pasaje.
Los requisitos para poder obtener un licencia de conducir son
bastantes básico, saber -no importa que no puedan- leer y escribir, conocer -aunque no respetar- las leyes de tránsito, tener buena visión (de la vista) -aunque no buen juicio- y pagar el importe por obtenerla y renovarla. Básicos
los requisitos. Para todos los demás empleos se necesita como mínimo ser bachiller,
pero para poder ser empleado como motorista del transporte colectivo y público,
simplemente se necesita tener la licencia de conducir, se necesita ser básico.
No importa que se sea pandillero, no importa que sea neurótico, no importa que no se tenga buena salud mental,
al fin y al cabo nadie tiene buena salud mental.
Los motoristas del transporte
colectivo y público se asocian para que no les impongan esquelas, ya sea porque
cobran más -que es la orden del empresario ambicioso- o porque no quieren
pagar las esquelas anteriores que la policía les ha impuesto por violar las
leyes de tránsito, sea cual sea la motivación de su asociación, me sorprende el
nivel de descaro.
Es tiempo de actuar.
Los y las que viajamos en el
transporte colectivo y público somos quienes deberíamos asociarnos y exigir a
los empresarios de buses y a los motorista un cambio no sólo de actitud, porque
de qué sirve el cambio de actitud si andan manejando buses más viejos y destartalados,
deben también cambiar los buses y microbuses, sólo así pueden tener la
legitimidad, con el cambio de actitud y el cambio de buses, de exigir al Estado
que no les recorten el subsidio.
Pero somos nosotros, salvadoreños y salvadoreñas, que viajamos en esos buses
los que debemos que actuar, asociarnos, hacer paro en el uso de esos buses
viejos, en rechazar esa actitud prepotente de algunos motoristas, es tiempo de
que nosotros nos tomemos las calles para exigir respeto hacia nosotros mismos,
es hora de hacer propuestas para el cambio del sistema de transporte colectivo
y publico, si lo queremos nacionalizado, municipal, intermunicipal, nosotros
los usuarios debemos proponer que se establezcan nuevos requisitos para poder
ser motorista, por ejemplo ser bachiller,
un estudio psicológico, llevar una padrón de todos y cada uno de los
motorista, que éstos paguen una fianza para poder laborar, así como el ciudadano
va a pagar el seguro de $35 a la hora de renovar su tarjeta de circulación, que
los empresario de buses compartan semanalmente una bitácora donde se establezcan la ruta a
recorrer, las amonestaciones pero sobre
todo que permita conocer el número de placa del autobús que maneja el señor motorista asociado.
Es tiempo de actuar, de
organizarnos y luchar por nuestro El Salvador.